La evolución humana comenzó hace unos seis millones de años. Y aunque algunos pasos no están demasiado claros, hemos conseguido reunir suficientes indicios como para hacer un gran ejercicio de imaginación.
El arqueólogo chino Tang Jigen, experto en la dinastia Shang, está dispuesto a financiar una investigación genética para encontrar vínculos que conecten la dinastía china Shang con las civilizaciones peruana preíncas. Si dicha conexión se demostrara, ello significaría que los chinos llegaron al continente americano antes que Cristóbal Colón.
Después de cuatro años de trabajo, un consorcio internacional de más de 200 científicos ha trazado el mapa filogenético de las aves modernas. El estudio resuelve incógnitas sobre las diferencias en el canto, cuándo perdieron los dientes, la relación entre los genomas de las aves y los cocodrilos, y el origen de los cromosomas sexuales de los pájaros.
Hace 5.500 años que el ser humano comenzó a utilizar a los caballos para el transporte y el trabajo. Desde entonces, estos animales han experimentado cambios en su genoma, que ahora un equipo científico ha logrado descifrar. La doma ha seleccionado genes implicados en la locomoción, el comportamiento social y la capacidad de aprendizaje; pero con un coste: en comparación con los salvajes, los caballos modernos tienen más mutaciones destructoras que dificultan su supervivencia.
Durante siglo y medio, el apéndice nasal de los neandertales ha sido objeto de estudio y controversia: se creía que precisamente esa parte de su anatomía no se había adaptado bien al cambio de clima, que se había vuelto más seco y más frío, y precipitó su extinción hace unos 40.000 años.